¡A Él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos, amén! (Efesios 3:21)

jueves, 5 de abril de 2007

Sin Piernas ante la Mesa del Señor

Esto es algo que me llego mucho. Lo compartiré con uds. y espero que comenten lo que piensan. Aquí va!

Primero, si pueden, lean 2da de Samuel 9.

Es la historia de un hombre que no era como nosotros, era de la realeza. Mefi Boset era el nieto del rey. Seguramente una especie de niño feliz con todo lo que quería y con la vida "regalada". Su papa, a diferencia de su abuelo, era un gran hombre de Dios. Su nombre era Ionatán (así se pronuncia!). El era el mejor amigo del peor enemigo de su padre, David. David y Ionatán eran amigos desde jóvenes. Y a pesar de las tensiones entre David y el padre de Ionatán, Saúl, se llevaban muy bien y se querían mucho, a tal punto que Ionatán reconoció que la mano del Dios viviente estaba sobre David y no sobre su padre y David prometió, a su vez, que´el cuidaría de el y que seria leal a su promesa.

Por el pecado de Saúl, que había apartado su corazón de Dios y prefería la grandeza del hombre y no la gracia de Dios, el y sus hijos cayeron en batalla contra los filisteos, eternos enemigos de Israel (por eso a israel se le llamaba palestina, para humillarlos... asi eran los romanos!) y el pequeño Mefi Boset quedo huerfano y a la caza de cualquier pariente que viera con buenos ojos el trono de Israel, ya que era el "heredero".

Su institutriz o la señora que lo cuidaba lo salvo y se lo llevo a vivir a un lugar olvidado del mapa, donde no había gente deseada por la sociedad y en el camino el niño se cayo y se hizo daño, quedando paralitico. La verdad es que no podía caminar, no se si quedo paralitico. La historia continua con David varios años después.

David tuvo un sueño y recuerda el pacto con Ionatán y se entera por uno de sus hombres cercanos que Mefi Boset estaba vivo. Lo recoge y lo lleva a su mesa para que comiera con el. El rey recoge al desterrado y le da vida de nuevo. Lo sentó junto a sus hijos. Le dio dignidad y lo hizo disfrutar de la promesa que esta viva aun, pero que por años pareció ser una simple cortesía de amigos.

Cuantas veces nosotros somos como Mefi Boset. Estamos abandonados a "nuestra suerte", sentimos que no podemos caminar y vivimos en una tierra de nadie (el lugar donde fue llevado se llamaba Lo Dvar, que significa no palabras o sin palabras). Se nos olvida que tenemos la promesa de Dios, que no vamos a ser olvidados de su mesa. El Señor se ha olvidado de su palabra? A diferencia de David, siempre estamos presentes en la mente de Dios. a diferencia de Mefi Boset, estamos sentados en la mesa del Señor porque somos hijos de El, claro, por misericordia y gracia, pero no somos algo ajeno a El.

A pesar de todo esto, a veces miramos por sobre la mesa y nos sentimos bien con Dios, pero basta bajar la mirada para buscar nuestras piernas para sentirnos pecadores, inmovilizados y paralíticos como Mefi Boset. Sentimos que no podemos movernos, que fallamos y vemos el recuerdo aparentemente vivo de nuestra realidad pasada. Somos pecadores y a gran escala... a escala industrial.

Lo maravilloso de nuestra vida en Cristo es que nosotros no somos invitados a la mesa del Señor como gente ajenos a ella. Nosotros nos sentamos como hijos. Somos hijos porque Dios cumple sus promesas. Como Mefi Boset, hemos regresado para ser aquello por lo que fuimos hechos. Mefi Boset era príncipe, heredero del rey. Nosotros somos coherederos del reino de Dios. Mefi Boset fue tomado y traído a la mesa del rey por una promesa antigua de amor. Nosotros fuimos tomados por amor y puestos en la mesa del Rey de Reyes. Ademas, Dios nos da la oportunidad de caminar por esta vida, confiados en El, que no nos desampara. Tenemos piernas de nuevo, ya no esta la limitante que no nos deja conducirnos en la vida siguiendo la voluntad de Dios. ¿Por que entonces siempre vemos con desconfianza la renovación que Dios hizo en nosotros? Nos debilitamos pensando en que seguimos igual de muertos como antes, sin piernas en el caso de Mefi Boset.

Quiero que en este momento valoremos el acto de Dios en la Cruz. Como sale en 2da de Corintios:

"De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas." (2 Corintios 5:17).

Aprendamos a vivir como hijos de Dios, confiando en El, caminando con nuestras nuevas piernas en Él.


Dios los bendiga.

1 Comentarios!:

Dorkmëister dijo...

ok... llevo despierto desde las 7 de la mañana, estudiando un texto sobre la "Ontología del lenguaje" q es de esas cosas de la comunicación filosófica y bla bla bla... así q no pude terminar de leer todo lo que escribiste...

pero alcance a entender el mensaje sobre que el señor nos salva, sin importar cuan miserables nos encontremos y nos muestra su santa presencia (OJO! mostrar no "llevar a" pq siempre estamos en su presencia pq es omnipresente, entre otras cosas)

y el resto... no sé... toy chato... nos vemos

DTB